sábado, 18 de agosto de 2007

El espectro de Daniela Stanziola



Agotada de su estresante trabajo, Antonia, una mujer culta y de amplios conocimientos, de estatura media y cabello recogido a la moda antigua, decidió tomarse un fin de semana de vacaciones y alojarse en el lujoso y prestigioso hotel de la zona más cara de la provincia, conocido como el Hotel Hilton.

Luego de acomodar sus pertenencias en la habitación, se dirigió hacia la piscina climatizada donde había reservado una reposera para tomar sol en aquel día tan caluroso. Estuvo allí toda la mañana, disfrutaba aquella rutina y extrañaba los viejos tiempos cuando el trabajo no le resultaba tan cansador y siempre tenía un pequeño espacio para despejarse.

Cuando se acercaba el mediodía, Antonia comenzó a marearse. Sintió fueres dolores de cabeza y pidió que le trajeran un vaso de agua. Al beberlo se sintió mejor pero decidió que, como el sol estaba muy fuerte, debía ir adentro.

Ella, nunca había creído en cosas sobrenaturales. Las historias o anécdotas que le contaban nunca se las había tomado en serio. Prefería tomarlo siempre como parte de la imaginación. Pero este punto de vista cambió definitivamente ese día.

Antonia, recogió su bolso y se paró para entrar al hotel. Dio unos pasos y se detuvo. Vio salir de la piscina a una mujer muy pálida, vestida con una túnica blanca. Caminaba descalza pero no tocaba los pies con el piso. La miraba fijamente, como queriendo decirle algo. Antonia se quedó paralizada.

Aquella mujer era su madre, quien había muerto alrededor de diez años atrás.

De repente, aquel espectro desapareció. Antonia entró a su habitación. Se sentó en la cama sin entender lo que había visto. De pronto, sintió un ruido que venía del baño. Miró hacia allí y la volvió a ver. Estaba parada, apoyada sobre el marco de la puerta. La miraba y sonreía. La agotada trabajadora quiso acercarse a ella, pero al dar los primeros pasos, esa extraña mujer volvió a desaparecer.

Así sucedió varias veces. Antonia se sentía asustada pero feliz a la vez.

El último día de su estadía, no la vio durante toda la mañana y el mediodía. Dejó el hotel sin saber por qué en aquel lugar aparecía su madre; ese extraño espectro.

1 comentario:

María Alicia dijo...

Tu historia es clara y de trama sencilla. Nos quedamos con ganas de saber qué fue de esa mujer que se aparece a su hija.