sábado, 18 de agosto de 2007

Hadas de Teresita Gracía Vicente



Un día fui a una feria y vi un libro nombrado “Llamador de duendes y hadas” entonces fui y me lo compré, esa misma tarde yo ya sabia cómo llamar duendes y sus clasificaciones así que decidí llamar un duende bueno y uno malo para que me acompañaran siempre y poder estar en equilibro conmigo misma .Así que les pedí una señal .

Esa misma tarde comencé a caminar con amigos y fuimos a la casa de Teresa, la abuela del barrio. Era la típica señora mayor que sabe de tarot , magia y te cuenta historias increíbles. El patio delantero de su gran casa estaba decorado de duendes de cerámica que producían terror por la gran cantidad de árboles que tapaban la luz solar, eso generaba gran temor al caminar por ahí. Dos de los duendes que habitan el patio se parecían mucho a los duendes que había llamado. Comenzaron a moverse el malo comenzó a golpear la puerta, y el bueno comenzó a cortar los yuyos, creo que el malo hizo esto para que Teresa nos viera y nos retara, y el bueno , para que el lugar no parezca tan tenebroso.

Mis amigos huyeron mientras yo hacia embrujos para tranquilizar a los hombrecillos mágicos, mientras Teresa prendía la luz de la casa que creaba, un enorme destello en el oscuro patio invadido de yuyos. Pero me di cuenta que la persona que salía era ella , pero con una luz especial con alas y luz mucha luz blanca, ahí descubrí que Teresa siempre vivía en oscuridad pero donde ella estaba o iba siempre había luz eso me hizo pensar que , siempre ella había sido muy extravagante, decidí hablar con ella y me confesó que ella era el hada que yo había llamado hacia mucho tiempo.

1 comentario:

María Alicia dijo...

Un cuento con imaginación pero que necesitaría que ésta estuviera más organizada para que la historia ganara coherencia dentro de la acción. Alicia