domingo, 19 de agosto de 2007

EL ALMA DEL NIÑO de Florencia Fragaliti






Era de noche, el cielo ESTABA oscuro y el viento soplaba muy fuerte, pero yo no lo oía ni lo sentía ya que me encontraba en mi cuarto de estudio y las ventanas estaban herméticamente cerradas pero sÍ se escuchaba el murmullo muy fuerte que provenía del piso de abajo, ya que eran mis hermanos que no paraban de gritar y jugar; mientras que yo seguía haciendo mi tarea que con poca concentración.

Después de un rato, escuché unos pasos, que sigilosamente se iban acercando por el pasillo hacia el cuarto donde yo me encontraba. Esto no impidió que yo siguiera con mi tarea, pero luego de un rato, cuando OÍ que el ruido ya estaba cerca, la intriga me venció y me di vuelta. Pude divisar difícilmente a un niño de buzo azul rayado, porque al girar él salió corriendo velozmente. No le di mucha importancia, ya que podría haber sido uno de mis hermanitos que se estaba haciendo el gracioso, y continué con mi trabajo.

Cuando terminé, bajé a cenar junto con mi familia, al sentarme reconocí que ninguno de ellos llevaba puesto un buzo de ese color como el que había visto. Igual lo pasé por alto y seguí comiendo.

Ya había pasado mucho tiempo desde lo sucedido, hasta que un día mi hermano mÁs grande comentó en la mesa que mientras estaba en su cuarto vio a un niño pero, cuando se LE acercó éste salió corriendo. Recordé lo que me había pasado esa noche, fue algo realmente extraño, a mis padres no les importó porque pensaron que les estábamos haciendo un chiste y queríamos asustar a los mas chiquitos.


Intenté investigar más sobre ese hecho extraño, pero el supuesto niño ya no aparecía.

Otra noche cuando estábamos cenando con mis abuelos, mi hermano, de 10 años, vino corriendo desde el pasillo y llorando saltó a upa mío. Sentí que estaba asustado, escuchaba el veloz latido de su corazoncito en mi pecho, sus lágrimas caían lentamente por su mejilla y luego se esfumaban en mi buzo de algodón. Le pregunté qué le sucedía y me contestó que había visto a un niño muy extraño, de piel bien blanca pero al mismo tiempo con cicatrices que le cubrían parte de la cara y de pelo oscuro, que lo invitaba a jugar.

Jugaron por un rato, pero después, cuando mi hermano quiso venir con nosotros, el niño no lo dejó y comenzó a correrlo por toda la casa. Al oír esto mis padres subieron a inspeccionar pero ya no estaba. Mi abuela nos contó que muchos años atrás, en esta casa vivía una pareja que había tenido un único hijo, éste siempre había querido tener algún hermano pero los padres ya no podían tener más debido a que la madre estaba gravemente enferma.

Los tres habían muerto cuando el pequeño tenía tan solo 10 años de edad en un accidente. Entonces dicen que el alma del niño siguió habitando en esta casa y siempre espera que algún otro chico para que juegue con él y así llevárselo al más allá.

Al oír este relato todos nos quedamos paralizados, cada noche sentíamos que alguien venía hacia nosotros y nos llamaba. El más pequeño ya no podía dormir solo en su cuarto debido al gran susto que se pegó aquella noche. Mis padres no tardaron en buscar una casa nueva y enseguida nos mudamos. Ahora ya no sé qué le sucedió a ese niño fantasma pero por suerte estamos todos a salvo. Me contaron que una pareja con varios niños había comprado la casa y a los pocos días de mudarse uno de sus hijos desapareció.

No hay comentarios: