domingo, 19 de agosto de 2007

UN DORMITORIO CERRADO de Mili Rodríguez




Una hermosa tarde, estaba Mica en la casa de la abuela de Martina. La chica le mostró toda la casa de la abuela para que su amiga no se perdiera. Primero le mostró los cuatro dormitorios con sus baños y el baño principal. Por ultimo, la llevó a la enorme cocina y al dormitorio de servicios.


Al pasar por un dormitorio cerrado le contó que hacía unos años había muerto una mucama en ese cuarto y la abuela era quien la había encontrado. Por ese motivo se mantenía la puerta del dormitorio bajo llave. Luego de jugar en el enorme, florido y cálido jardín decidieron entrara tomar el té y a ver un poco de televisión con los perritos de la vieja. Después de tomar el té decidieron ir a pasear a los perritos por elparque. Mientras estaban paseando a los perros a Martu se le ocurrió que podrían jugar al juego de la copa ya que estaba oscureciendo.Entraron rápidamente para buscar los elementos.


Tomaron una copa de cristal, un balde con agua y armaron un abecedario conlos números del 0 al 9. Cuando empezaron a jugar la copa no se movía pero, luego de variosIntentos, ésta se empezó a deslizar y ahí comenzó el juego. Lo primero que le preguntaron fue el nombre, y esta respondió que se llamaba Maria al ver este nombre Martina se asustó mucho ya que la empleada que había fallecido en dicha casa se llamaba Maria y lo mas seguro era que el espíritu fuera de ella.


Por este motivo se asustaron y corrieron al cuarto de la nona para contarle lo sucedido. La abuela también se asustó porque había dicho que ella había contratado a unas personas para que le sacaran los espíritus de la casa y les pidió que no jugaran mas. Pero las dos niñas sin hacer caso fueron a jugar de vuelta. Esta vez el espíritu se llamaba Ian Franco y como Martu no se acordabacómo se llamaba su abuelo pero le sonaba mucho el nombre se lo preguntó a su abuela y ella le respondió: Ian Franco



Para no perder la costumbre estas dos volvieron a salir corriendo al cuarto de la abuela y le contaron todo lo sucedido en el segundo intento. Como la abuela se asustó y las retó ya no lo pudieron hacer otra vez. Ya era tarde, y no faltaba mucho para que fueran a buscar a Micaentonces decidieron empezar a ver una película de terror. Ya casi en la mitad, vieron dos sombras que se acercaban y de repente escucharon los ladridos de los perros.

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